Reseña de la actividad participativa para miembros de AATIA- Abril 2019
(Escrito en 1era. persona por Andrés Thomas, miembro AATIA de G.B.A)
Recibo un mail de AATIA ofreciendo un cupo limitadísimo de gente para participar en una grabación y mezcla sinfónica en Ion a cargo de Osvaldo Acedo. Lo primero que pensé fue: “Qué privilegio conocer Ion en esta situación, es bastante única”.Así que me anote en ese instante.
En primera instancia estaba más intrigado en los aspectos técnicos, micrófonos y todo lo que a nosotros más nos interesa de una grabación y en este caso de una orquesta. Pero a medida que pasó el tiempo fui descubriendo los factores donde realmente uno aprende del otro y de la experiencia en sí. En este tipo de situaciones hay un montón de otras cuestiones dando vueltas a la hora de grabar que hay que atender y entender cómo funcionan, así la sesión da resultado:
1ro.
Los músic@s de Orquesta se manejan de otra manera-“Es corta la bocha!, no están ahí para ser la nueva estrella del pop”. Cumplen horario, interpretan lo escrito y se van. Inclusive se pueden ir en medio de la sesión y también en algunos casos ni siquiera ir a la prueba de sonido, o faltar el día de grabación. Lo cual es un problema para nosotr@s por el balance sonoro de la sala. No es lo mismo la presión sonora emitida por tres violines que de cinco.
2do.
La cantidad de gente reunida en este tipo de sesión requiere de ORGANIZACIÓN. Horarios comida, breaks, etc. No puede ser así al boleo. Sillas! la cantidad de sillas que se necesitan es tremenda. Desde el orden en que ingresan a la sala a probar sonido tiene que ser organizado, entran los de el fondo de la sala hacia adelante y que el cableado esté lo más protegido posible ya que son 50 humanos pisando cables y dos asistentes luchando con esto, reemplazando cables.
3ro
Afinación, en este caso a cargo del “Concertino”- el violinista más experimentado se encargo de afinar a la orquesta: Le pide un “La”al oboe, siendo éste el más exacto en su sinusoide. Se afinaron entre obra y obra a pedido del arreglador, o el director.
4to
La planta de orquesta y el armado técnico estaba armado de antemano, previo a la prueba de sonido. Prevenir toda falla técnica sin los músicos en escena hace todo más ameno.
Tuvimos la suerte de charlar con Daniel Petrúngaro sobre el mantenimiento del estudio, y como en casos como éste es imprescindible que funcione todo, ya que Ion estaba usado casi en su totalidad, no hay margen para la falta.También se usaron dos “mics” de su autoría para capturar el frente de cuerdas, los cuales Osvaldo utilizó de una manera muy inteligente aprovechando la absorción humana del frente para evitar en ellas el “spill” de otros instrumentos.
5to
Posterior a la grabación me di cuenta que tengo que escuchar más instrumentos, sentarme a escuchar instrumentos por sí solos o en conjunto, conocer más de lo habitual, hay una platea inmensa de timbres y tonos dando vueltas y no me la quiero perder. En este tipo de grabaciones hay timbres que no escucho diariamente y es difícil identificarlos individualmente entre tantas cosas, eso me frustro pero me genero curiosidad y ganas de investigar.
6to
Es imprescindible que los integrantes de la orquesta sepan hacer silencio cuando su instrumento está en silencio. Sino el ruido humano, movimiento, “tosecitas”, murmuro arruina nuestra labor. Son muchas personas; y De qué sirve una excelente interpretación musical si en el medio del solo alguien hace crujir su silla. A la frase “Lo edito con pro tools”…. jaja suerte con eso! Hay cosas que no se solucionan si no es en la sala.
Algo que rescate de Osvaldo ante una situación de éstas, de que la toma esta genial pero hay ruidos molestos, fue como se plantó ante el director y al arreglador para defender nuestro laburo. Les dijo: “Si Uds eligen esta toma se están cagando en mi laburo, yo no puedo dejar eso, tiene ruido. Por favor hagan otra toma”. Y en idas y vueltas se hizo otra toma, el defendió lo que él hace de una manera donde la responsabilidad es del músico no nuestra, si tocas mal lo arreglo, si haces ruido lo borro. Fue la primera vez que presencie algo así, bajo estos términos.
Hoy en día con respecto a una toma mediocre a la cual no se le puede pedir más, que se hace?…. “Deja después lo edito….Yo lo edito”, esta mi nombre en esto y quiero que salga bien…. Ese es el lamentable común al que llegamos hoy. por lo menos así lo siento yo.
Aprendí de Osvaldo a que tenemos que ser todos un poco más comprometidos con la importancia de nuestro trabajo, que en parte eso implica ponerse la gorra y ser más estrictos con los músicos. “Che nosotr@s no le tenemos que resolver todo en la compu, llevémoslos a resolver las cosas en la sala, subir la vara de ejecución musical. Ponernos la camiseta un poco más y dejar la mediocridad fuera de la música”.
7mo
En este tipo de grabación, y en cualquier situación de grabación por que no, lo que no suena en la sala no va a sonar en el control. Todo lo que se haga a posteriori en la mezcla puede hacer de algo bueno algo más que bueno o de algo peor no tan peor. Con ese limitador en mente, Osvaldo y Leo Chechia (Ingeniero estable de Estudios ION, miembro AATIA) mezclaron diez temas en dos días. Usando de guía el gusto personal y su vasto conocimiento. A posteriori, el Director Ricardo Sidelnik marcó detalles de sus distintas perspectivas de la mezcla con partituras en mano, así llegando a un acuerdo final.
8vo
Al hacer estas experiencias no solo uno aprende cosas nuevas de quien baja la línea sino que también se nutre de todas las personas que están en ese momento.