Néstor Salomón

Revivir el audio…

 Podría empezar este escrito, diciendo que…

“La memoria auditiva es nuestro mejor tesoro profesional”

Y creo no equivocarme.

Por estos días (Agosto, 2018), estoy casi terminando de digitalizar y ordenar un importante archivo sonoro personal de másters (1986-2000), que he grabado y mezclado en mi primer estudio de grabación llamado DEMOS, en el barrio de Los Hornos, La Plata, Buenos Aires, Argentina.

A pesar de que habitualmente realizo trabajos de conservación y restauración de documentos sonoros para diferentes archivos históricos de Puerto Rico y el Caribe, siento que en esta ocasión, al transferir a digital esta colección personal, he aprendido mucho y pude darme cuenta de tantas cosas que pasaron a lo largo de los años que llevo en esta querida pasión y profesión del audio y de la música. ¿Será que es más fácil trabajar la historia de los demás, que la propia?, en fin… Sería muy extenso describir todo lo que hasta el momento he analizado, y que se desprende de esta experiencia archivística. Pero sintetizando, pude percibir cinco puntos muy significativos:

Volver a vivir cada mínimo detalle, de cada instante visual y sonoro, de esas jornadas de grabaciones y mezclas que transcurrían por mis oídos al transferirlas. Aunque ya habían pasado 20 o 30 años de esas producciones, los infinitos recuerdos, anécdotas, chistes, frases increíbles, situaciones y momentos imborrables, seguían y siguen intactos en mi mente.

Entender la verdadera misión de mi viejo estudio DEMOS, que era grabar nuevos talentos. En este punto, es muy importante aclarar, que el técnico de grabación no es el que descubre el talento de un potencial artista, pero si se da cuenta de lo que hay en el momento de grabarlo. Hay algo difícil de explicar, que un cantante, un músico o una banda nos regala durante 3 o 4 minutos, y nos transmite algo inigualable y diferente, de lo que normalmente escuchamos a diario. En lo personal confieso, que me da mucho placer trabajar con artistas que producen su música por primera vez, y demuestran mucho potencial y estilo propio. En estos casos, siento hasta la obligación de hablar con ellos y alentarlos, a que tomen esto con muchas ganas, pasión y la seriedad que amerita.

Apreciar las características y tendencias musicales y sonoras de otras décadas, también ha sido una parte interesante de esta experiencia. Fue todo un gran ejercicio auditivo, el volver hacia atrás en equipos, en formatos y soportes técnicos, en hábitos diferentes en la grabación y en la mezcla, y hasta en pensar en el entorno de la industria que existía en esos años.

Revalorizar el aprendizaje que me fue dejando cada jornada de producción en el estudio. En esta parte del análisis todo se mezcla entre mis pensamientos y mis sentimientos. Aparecen sonidos y recuerdos trabajando con productores, músicos, cantantes y coros de diferentes géneros musicales; pero también con creativos publicitarios para muchas campañas comerciales, políticas y sociales; con directores y actores de distintas obras de teatro; cine y documentales; radio y tv; y hasta grabaciones de pruebas audiométricas para fonoaudiólogos… Seguramente me estaré olvidando de algún que otro rubro. Lo cierto es que cada persona con la que trabajamos nos enseña algo; de la misma forma, cada una de esas personas se nutren de nuestro conocimiento, y en esa interacción cognitiva diaria nos vamos formando en el camino que decidimos recorrer. Y algo sumamente importante, es entender que en todo este trabajo tan diverso, vamos aprendiendo a tratar de la mejor manera a quienes confían sus proyectos en nuestros oídos. Y así, de a poco, se va descubriendo el rol social que realmente cumplimos desde nuestra profesión.

Reencontrarse con el camino recorrido hasta el momento, es sin duda algo emocionante. Visualizar y observar auditivamente el origen de la carrera de uno, los comienzos, las limitaciones, los errores, los aciertos, las técnicas utilizadas,  etc. Algunas cosas da gusto volver a escucharlas, y otras no tanto. Y hasta hubo unos pocos masters (no identificados) que me costó recordar su contenido grabado, pero finalmente llega la ayuda de la memoria para poder identificarlos correctamente. Esto, de poder seguir la secuencia temporal de los trabajos realizados en tantos años, produce un inevitable auto análisis, que sin querer permite comprender la dimensión y la evolución de nuestra vida con el audio y la música.

Conclusión: Estoy seguro, que a muchos colegas les puede haber pasado algo similar, y hasta que reconozcan sensaciones de las que he escrito en estas líneas.

En fin, esto fue algo que había comenzado a digitalizar hace aproximadamente dos años, y que en verdad no parecía tan significativo, pero sobre el final, cuando comenzaba a ordenar esta colección archivística ya casi transferida en su totalidad, fue que “cayeron las fichas”, y con la inigualable complicidad de la memoria auditiva, esta labor, pasó a ser una experiencia sonora única e inolvidable.

 

NÉSTOR SALOMÓN

2 respuestas a “Néstor Salomón”

  1. Completamente de acuerdo con lo q dice Néstor hablo con autoridad moral pues estuve en esos comienzos haciendo en conjunto algunos trabajos y a partir de eso se fue abriendo un abanico riquísimo de posibilidades cada paso q se daba surgían nuevos desafíos y proyectos pero la capacidad y profesionalismo agregado a ese toque magico q no todos poseen hacia que se lograra sortear cada situacion

    1. Gracias Marcelo Querido !!!!! Que sorpresa en este comentario tuyo… Siempre agradezco la posibilidad que me diste en tus emisoras en esos comienzos con el audio, al entrar en el mundo de la radio y de la publicidad a través de la música publicitaria, de la producción de anuncios y artística para radio. Sin duda alguna, has sido y seguís siendo un Gran Maestro.
      Un sonoro abrazo…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *